Aunque el precio de la luz está por las nubes y hornear no es muy barato, con paciencia y esperando las horas más económicas de fines de semana, siempre te saldrá más sano y económico hacer una focaccia en casa para disfrutar con familia o amigos. Hoy traigo esta propuesta de focaccia con masa madre. Si no tienes siempre puedes usar levadura. La masa madre gracias a la fermentación natural siempre favorecerá tu digestión a la vez que contiene menos filatos que favorecen la absorción de minerales y menos índice glucémico. Y a la vez que aprender a cuidarla es un proceso muy gratificante. Yo uso MM al 60 % de hidratación ( 60 de agua por 100 de harina), por lo que si tienes Mm al 100 % debes disminuir un poquito la cantidad de agua. También decirte que la cantidad de agua depende de las harinas y de la humedad del ambiente. Yo uso harinas del Amasadero, mezclando harina de fuerza con otra de fuerza media o panadera.


Ingredientes
- 300 g de harina de fuerza ( W 360)
- 200 g de harina panadera ( W 175)
- 350/370 g de agua mineral
- 170 % Masa Madre 60% activa ( o 9 de levadura fresca)
- 8 g de sal
- aceite de oliva
- ajos/romero fresco/ sal en escamas
Procedimiento
Modo Tradicional
- En un bol grande ponemos aproximadamente la mitad del agua y añadimos la masa madre bien activa ( varios refrescos antes de usarla, que esté bien burbujeante). Removemos hasta que se disuelve completamente.
- Añadimos la harina y por último la sal.
- Comenzamos con el amasado, integrando bien y añadiendo el resto del agua poco a poco.
- Cuando hemos integrado toda el agua tendremos una masa más blanda pero consistente.
- La dejamos reposar bien tapada con film para que se desarrolle el gluten, y se amase «sola».
- Pasada esa media hora, veremos que la masa cambia su estructura, está más suave y consistente. Con la mano humedecida o con una rasqueta aceitada vamos plegando la masa sobre sí misma, para seguir desarrollando la red de gluten y tenga estructura manteniendo los gases dentro.
- Tomamos como dos puntas con las manos mojadas, estiramos y plegamos, como si fuera una tela bien fina.
- Giramos el bol y hacemos otro pliegue, y así al menos 4. Volvemos a tapar y descansamos unos 20 minutos.
- En total hacemos unas 4 tandas de plegados y reposos. La masa irá cambiando en cada plegado. Se hará cada vez más suave y elástica.
- Después de una hora y media de plegados y reposos, a una temperatura de unos 25º aproximadamente, cuando vemos que ha duplicado su tamaño la llevamos a la nevera para que siga fermentando lentamente durante 24 horas.
- Engrasamos con aceite una bandeja rectangular de unos 15×25 cm (aproximadamente) y unos 3 cm de altura.
- Volcamos con suavidad la masa levada en la asadera y sin aplastarla y con las manos aceitadas la acomodamos sin extenderla. Dejamos unos 20 minutos y ella sola se extenderá totalmente.
- Mezclamos aceite ajo y romero, pincelamos la masa y desgasificamos suavemente con los dedos, solo un poco, como si quisiéramos que el aceite penetre un poco en ella pero sin apretar demasiado.
- Aderezamos con unas escamas de sal marina. Reposamos unos 10 minutos.
- Calentamos el horno a 240º.
- Llevamos al horno 5 minutos, bajamos la temperatura a 220ºC y continuamos horneando hasta que esté bien dorada, unos 25/30 minutos en total.
- Al sacarla añadimos otro poquito de aceite. Reposamos 5 minutos, desmoldamos y dejamos enfriar sobre una rejilla.
Con el Robot Moulinex Cuisine Companion
- En el bol equipado con la cuchilla de amasar picar ponemos la MM con la mitad del agua. Mezclamos durante un minuto a velocidad 5.
- Añadimos la harina y por último la sal.
- Iniciamos velocidad 4 durante unos 2 minutos, mientras añadimos pco a poco el resto del agua por el bocal.
- Cuando hemos integrado toda el agua tendremos una masa más blanda pero consistente.
- Quitamos la cuchilla, y a dejamos reposar tapada para que se desarrolle el gluten, y se amase «sola». Programamos 30º durante 30 minutos.
- Procedemos desde el punto 6 del Modo Tradicional.

